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¡Bienvenidos a Ondara, un lugar lleno de historia y encanto que te transportará a épocas pasadas! Sus estrechas y tortuosas calles nos hablan de un pasado árabe que aún se siente en el ambiente mientras recorremos sus pintorescas calles.
Nuestra primera parada es la Torre del Rellotge, un auténtico tesoro del pasado musulmán que ha sido cuidadosamente rehabilitado en 1994. Esta torre es el único vestigio que queda del antiguo castillo y ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural, lo que refleja su valor histórico.
Continuamos nuestro recorrido hacia la Casa del Mayorazgo o del Fortí, un impresionante palacio fortificado que, aunque actualmente se encuentra abandonado, aún muestra su majestuosidad y solidez. Es fascinante pensar en las historias que este edificio guarda en sus muros.
A continuación, nos dirigimos al Palacio de Ondara, aunque apenas se intuyen algunos vestigios, su pasado enigmático despierta nuestra curiosidad. Sin embargo, el Ayuntamiento nos recibe con esplendor, ocupando la antigua iglesia del convento franciscano del siglo XVII, que ha sido bellamente restaurado entre 1991 y 1995.
Muy cerca, encontramos la Fuente de la Alcachofa, una construcción del siglo XIX que fue enterrada en la década de los setenta, pero que resurgió en 1983 para seguir suministrando agua potable a la localidad. Un ejemplo de cómo el pasado y el presente se entrelazan en Ondara.
La Iglesia de Santa Ana nos recibe con su encanto del siglo XVI, un lugar que ha sido testigo de innumerables acontecimientos a lo largo de los años. No muy lejos, la Plaza de Toros de Ondara, inaugurada en 1901, destruida en 1936 y rehabilitada en 1957, nos habla de una tradición taurina que ha sido preservada a lo largo del tiempo.
Continuando nuestra exploración, nos encontramos con la Capilla de los Santos Abdó y Senent, un tesoro arquitectónico que data de los siglos XVIII y XIX. Cada uno de estos edificios guarda una historia única y fascinante, que nos permite adentrarnos en la historia de Ondara.
Y qué decir de la gastronomía ondarenca, que sin duda es un deleite para el paladar. El arroz es protagonista en todas sus formas: paella, al horno o acompañado de judías blancas, nabos y pimientos. Los embutidos, el cabrito al horno y el "putxero" son platos que reflejan la tradición culinaria de la región.
Para cerrar con broche de oro, no podemos olvidar los deliciosos postres como el pastel de albaricoque, el torrat o el "mullaor" y el herba, que satisfacen los antojos más dulces.
En resumen, Ondara es una experiencia mágica que combina historia, arquitectura y gastronomía, brindándonos una oportunidad única de sumergirnos en su encanto y descubrir la riqueza de su pasado. ¡No te pierdas la oportunidad de explorar esta joya escondida y crear recuerdos inolvidables en cada rincón de este hermoso pueblo!
